24 de febrero de 2010

Y bueh... no nos queda otra

Nombre: Las Brujas. Chacabuco 1069, San Telmo.
Habitación: 17 (Intermedio)
Opciones: Divertido (6 a 10 opciones)
Precio: $ 60 Turno de 2 hs.
Calificación: 4
 
Desde su fachada, Las Brujas hotel decepciona o da una sensación de haber hecho un viaje al pasado, más precisamente a la década del '70. Sin ningún tipo de cuidado en la privacidad, este lugar se descubre a mitad de la cuadra con azulejos en su frente. Apenas se entra, nos encontramos con la recepción a penumbras, en uno de los costados de éste se encuentras las opciones del hotel, con su precio y foto correspondientes. Por una cuestión económica terminamos eligiendo la intermedia, una más cara que la standard, pero lo que nos ibamos a encontrar después, nos iba a hacer replantearnos cómo era la standard.
Nos tocó la habitación nº 17, ubicada sobre el final del pasillo izquierdo. Apenas se avanzan unos metros se puede ver un jardin interno con una pareja de maniquies tomados de la mano, algo espeluznante dependiendo de cómo se lo mire. Cuando entramos al cuarto encontramos una cama de dos plazas bastante pequeña y en frente un espejo en forma de semicirculo. El panel de control, al costado izquierdo del cabezal de la cama estaba roto, le faltaban unos botones, por lo cual era imposible escuchar los canales de música y la televisión de 14" con los cables colgando al frente, empotrada en la pared, se podía cambiar gracias a un sólo boton sobreviviente.
El baño era mediocre, pero estaba limpio, no tenía nada espectacular. Las sabanas del lugar tenía bordado el nombre y el logo del hotel.
La iluminación no tenía nada que llamara la atención, excepto por dos foquitos rojos que hacian recordar a algunas de las tantas peliculas de Olmedo y Porcel, incluyendo el alfombrado rojo.
Para haber sido un turno de 2 horas un sábado a la tarde y con las comodidades que describimos anteriormente, podemos decir que nos resultó caro, sobre todo porque Las Brujas no está ubicado en un lugar donde haya mucha demanda. Es un lugar para ir, si no queda otra opción.

18 de febrero de 2010

Placer, relax y buen precio

Nombre: Atlas Hotel. Solís 681, Congreso.
Habitación: 12 (Hidromasaje)
Opciones: Divertido (6 a 10 opciones)
Precio: $ 63 Turno de 2 hs.
Calificación: 7

Atlas Hotel Intimo está ubicado a cuadras de la plaza Congreso, en una zona muy poco transitada. Apenas se entra, se encuentra la recepción y un cartel grande donde se ven las ofertas del lugar. Esa noche de sábado sólo estaba disponible el hidromasaje, así que decidimos ver que tal era esa habitación. La recepcionista nos indicó que nuestro cuarto estaba al fondo del largo pasillo que se encontraba a la izquierda.

Apenas entramos al cuarto nos quedamos sorprendidos, una voz nos recibió dándonos la bienvenida. La habitación era amplia, a la derecha se encontraba la cama con un gran tablero digital. Al frente de la puerta, un gran ventanal que daba a un mini jardín artificial. Del lado izquierdo, estaba el baño, también había un tablero digital, con el cual se podría manejar la música y el televisor que se encontraba en el sector del baño, especial para verla desde el hidro.

En el cuarto había otra tele que se podía observar desde la cama, pero tenía un defecto, los videos no funcionaban. Por otro lado, la cama no era de lo mejor, tenía un colchón que parecía remendado con pedazos de madera, o algo parecido, que lastimaban.

El clima del lugar es una de las características que tenemos que destacar, el aire acondicionado frío/calor y el ventilador hacen que uno elija la temperatura perfecta. La iluminación combinable es un buen efecto visual. Para los geeks, es una buena opción ya que este hotel ofrece wifi.

La voz vuelve a aparecer 15 minutos antes de que se termine y al final del turno, para avisarte que se termina la paz y se tiene que volver a la vida afuera de las 4 paredes de intimidad. Es un lugar muy bueno para exceptuando por la calidad de los colchones, que es una de las cosas que tendrían que cambiar para comodidad de sus clientes. La combinación de una buena de una buena estética mas buenos precios, hacen de Atlas Hotel un lugar recomendable para conocer, pero eviten la cama y dejense llevar por la imaginación.

5 de febrero de 2010

Poesía y Telos

Los telos son uno de los lugares de mayor inspiración para muchos hombres y mujeres, uno de los casos es el del escritor Santiago Llach, quién cuenta su día con Ana en este poema. Esperamos que le guste!

28 de enero de 2010

El refugio del Placer

Así se llama esta nota, publicada en la revista Ñ, este último lunes. Martín Kohan habla y analiza a los telos. Leanlo, se lo recomendamos!

27 de enero de 2010

Estamos vivos....


Pero aún de vacaciones!

13 de enero de 2010

Las ganas son más fuertes

Nombre: Welcome, Avellaneda 14,Temperley. (Al lado de la estación)
Habitación: 14 (Standard)
Opciones: Pobre (0 a 2 opciones)
Precio: $30 aprox. Turno de 2 horas (que pueden ser 4 por el cuelgue de los empleados)
Calificación: 3

Volvemos a la normalidad, que las fiestas, que el alcohol, que la fama (?), que las vacaciones.... Ok, pasemos a comentar uno de los lugares que jamás olvidaremos, que será una anécdota para contar una y otra vez.
Erase una vez un hermoso día de lluvia y frío en el conurbano bonaerense, luego de una película que no recordamos la trama, fuimos al telo más conocido de Temperley. A un costado de la estación, sobre la avenida Meeks, se encuentra Welcome, el único e inigualable. Para el que no conoce Temperley, este hotel está en la zona "céntrica", en frente de la plaza y rodeado de boliches y pubs a sus alrededores, lo que hace que sea un lugar muy concurrido y sobre todo solicitado.
Al verlo de afuera, uno cree que es un albergue común y corriente, pero no, es un lugar lleno de sorpresas. Apenas se entra, está la habitación n° 11, (que justo esa tarde estaba ocupada y el que se estaba duchando cantaba), luego se sigue por un pequeño pasillo y se llega a la recepción, donde hay lockers de madera con números mal pintados para dejar carteras y mochilas ya que si no se dejaba el bolso en la entrada, se debían revisar al salir para comprobar que no se llevasen cosas pertenecientes al lugar. También en la recepción hay una pecera bastante grande, a la cual, en ese momento, le hacía falta una buena limpieza.
Nos asignaron la habitación n° 14, al fondo de un pasillo, donde pudimos ver como en otro cuarto se alojaban las sábanas sucias y donde el ruido de un motor nos torturó (y nos torturaría toda la noche). Llegamos gracias a las indicaciones que estaban cerca del techo, con la numeración y las flechitas que señalaban cada locación. Entramos al cuarto, que nos daba lástima.
Una cama sin cubrecamas que habrá tenido más usos que las de las heroínas de Arjona, con un colchón fláccido. Un ventilador de techo, cumbia de fondo y una silla donde estaban las toallas, peine y dos jaboncitos sin envoltorio. El baño, ubicado a la izquierda del cuasi catre, emanaba un olor nauseabundo, que se confirmaba al entrar y mucho más al ver los gusanitos al lado del inodoro, realmente un asco! Lo extraño del baño es que tenía una abertura, como si fuese una ventana que daba hacia la cama en la zona de la ducha, que estaba tapado con una madera, como si estuviese sin terminar.
El ventilador de techo era un tema especial, lo prendías o lo apagabas y te cambiaba la sintonización de la radio, la cual no se podía apagar, por lo tanto habremos escuchado varias emisoras de música tropical. Del lado contrario al baño, se encontraba un espejo, que estaba manchado y que le faltaban algunas partes de los costados.
La iluminación estaba dada por un foquito de 40 watts, cercano a la puerta, obviamente sin pantalla, sin nada, solamente cable y foco. Los hoteles se caracterizan por la privacidad, por el poco contacto con el personal, por lo cual suele haber una caja de intercambio o similar, digo suele haber porque en Welcome no los hay y para comprar algo hay que hacer un curso llamado "cómo hacer para que la empleada no me vea en bolas". Ya bastante teníamos con que se escuchaba tooooodo lo que afuera pasaba, cómo hablaban las mucamas, cómo pasaban las parejitas y hasta como sonaba el timbre.
La calidad del lugar como verán era malisimo, pero este lugar tiene un ventaja, se cuelgan con los turnos (y mucho), por lo cual, no es un telo caro, pero igual deberían mejorar muchas cosas, para que sea un lugar copado. Aún no sabemos cómo está habilitado.